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Sistema Digestivo

NUTRIR LA FLORA INTESTINAL

NUTRIR LA FLORA INTESTINAL

Para empezar, una verdad que le va a parecer evidente, pero que siempre es bueno recordar: la flora se nutre de lo que comemos, incluso antes de que los nutrientes lleguen a las células. Por lo tanto, nuestro alimento es fundamental para la salud de la flora, componente clave de nuestra propia salud.
Los siguientes alimentos benefician principalmente a los microorganismos patógenos:
• La carne.
• Las grasas saturadas.
• Los azúcares rápidos.
• El hierro.

Mientras que los siguientes alimentos benefician principalmente a los microorganismos intestinales:
• Los vegetales.
• Los glúcidos complejos.
• Las fibras.
• El zinc.
• Los omega 3.

La alimentación es lo que determina las diferencias en la composición de las microbiotas de gemelos homocigóticos.

Importante: dada la frecuencia de las floras desequilibradas, cuando se pretende mejorar la composición de la flora intestinal es a menudo necesario un suplemento de probióticos. Ahora bien, si no va asociado a una profunda transformación de la alimentación sólo dará resultados a corto plazo, no duraderos, ya que las bacterias estarán únicamente de paso.

 Debe evitarse

• La carne: hay que reservarla para las ocasiones especiales (debe ser ecológica y no estar quemada o carbonizada), salvo para las personas con déficit o sobreutilización de hierro, que son:
• Mujeres embarazadas.
• Niños y adolescentes en período de crecimiento.
• Personas con anemia.
• Las grasas saturadas: mantequilla, queso, aceite de palma, palmito, coco, productos de pastelería y bollería industrial que contienen estas grasas…
• La colina: yema de huevo, hígado, carne, pescado, marisco…
• Los glúcidos de absorción rápida: mermelada, dulces, productos de pastelería y bollería industrial que los contengan, etc.
• El exceso de alcohol.
• Los alimentos industriales, medicamentos, complementos, etc. que contienen aditivos y edulcorantes (en particular, aspartamo, sucralosa y glutamato monosódico).
• La cafeína: café, refrescos, bebidas energéticas y medicamentos que la contengan.
• Las especias agresivas: pimienta negra, harissa (salsa picante que constituye uno de los ingredientes habituales de la cocina magrebí, y que incluye pimientos picantes rojos, ajo, cilantro, alcaravea, etc.), salsa de pescado nuoc-mâm (muy rica en histamina)…

En caso de estreñimiento

Para luchar contra el estreñimiento, sustituya los laxantes por:

• Un consumo suficiente de agua mineral (al menos 1,5 litro al día).
• Un consumo elevado de vegetales.
• Un suplemento de magnesio (si hay carencia de vitamina C).
• Ejercicio diario.

En caso de estrés

Un programa global de gestión del estrés incluye:
• Un suplemento de inicio de magnesio liposoluble (de 600 a 900 mg) combinado con retenedores
(taurina), seguido de una suplementación de equilibrio a largo plazo.
• Herramientas complementarias: naturaleza, deporte, natación, masajes, yoga, Qi gong, coherencia cardíaca…

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